Hace unos días que mi cabello se encuentra como las ramas enredadas de un árbol en medio viento sur.
Mi frente está fruncida, aunque de vez en cuando deslizo mis dedos sobre ella, y así acomodo la expresión. Mamá siempre dice que, al pasar los años esas expresiones de tristeza, quedan marcadas en arrugas.
Mis ojos, se mueven para todos lados, pero en realidad no ven nada, de a ratos se mojan y salpican.
La nariz colorada, como si estuviera oliendo un frasco de pimienta todo el tiempo.
La mandibula tensa, muy tensa. Los dientes apretados como rocas.
Un nudo abita en mi garganta, desatarlo es tan dificil como enhebrar una aguja en medio de la oscuridad.
Las estatuas de un museo son más móviles que mi cuerpo.
Desde ayer, no hay fuerzas!
Duelen las manos de tanta ansiedad. Que hable aquél que sepa esperar!
Nervios siguen doliendo adentro.
El vientre, las piernas no duermen, reposan.
Los pies y los dedos, fríos como una cárcel.
Una noticia subcutánea. Todo eso, vos y los demás debajo de mi piel y se dirigen hacia el alma, me escama la situación. Entiendo, cuesta más retomar que empezar! Lo sabía, algo estaba mal.
Estrujanme! y saquen lo peor de mi!
¡que dificil se hace sostener algo, cuando todo lo demás se derrumba!
Alguien que venga a buscarme, alguien que quite el dolor, y este momento frívolo y de soledad.
Alguien que sienta la necesidad de encapsularse! como yo.
[es la tristeza después de la catarsis.
cuando escribiras algo más conmovedor? más alegre?
ResponderEliminarcomon amiga! :D
Están buenas las fotos
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