Hoy yo colgué mi dolor bajo un sol de verdad que secó mis tristezas y vi que la luz y el calor de un amor tan real disipó mis miserias

¡Distancia!

O seremos el esqueleto controlado, insertado.

Si quiero me toco el alma

pues mi carne ya no es nada.

ese fue... el otoño...

seco,

breve,

holgazán,

castaño,

y solitario

Lo que esperamos

Tardará, tardará.
Ya sé que todavía los émbolos, la usura, el sudor,
las bobinas seguirán produciendo, al por mayor,
en serie, iniquidad, ayuno, rencor, desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada, los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios, de hastío, de diamantes, de caviar, de remedios.
Ya sé que todavía pasarán muchos años para que estos crustáceos del asfalto
y la mugre se limpien la cabeza, se alejen de la envidia,
no idolatren la saña, no adoren la impostura,
y abandonen su costra de opresión, de ceguera, de mezquindad. de bosta.
Pero, quizás, un día, antes de que la tierra se canse de atraernos y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos, ser hombres, ser mujeres,
-no cajas de caudales, ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas, impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.


Y entonces...

¡Ah!,
ese día abriremos los brazos sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo, hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos
al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente, con las pupilas claras, con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas; no como esos vocablos erizados de inquina que babean las hienas al instarnos al odio, ni aquellos que se asfixian en estrofas de almíbar y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples, de arroyo, de raíces, que en vez de separarnos nos acerquen un poco;
o mejor todavía guardaremos silencio para tomar el pulso a todo lo que existe y vivir el milagro de cuanto nos rodea, mientras alguien nos diga, con una voz de roble, lo que desde hace siglos esperamos en vano.


O. G

La escencia, el legado más preciado que podremos dejar.

... Sómos el árbol ...

la vida

Aflojar las piernas, los brazos, la sonrisa, y el corazón

es hecharse a la libertad.

Doblo la página del día,

escribo lo que me dicta

el movimiento de tus pestañas.

congelar

celofan

sólo me gusta ser una pequeña pieza en tu extraña vida

el ninio invisible

Ojalá algún viento sur se lleve ésta nostalgia

o un nuevo paradigma me cambie por completo

Los momentos de soledad me enseñan a apreciar con mucha delicadeza cada cruze humano. (por más rutinario que sea).

De toda situacion íntima conmigo, estimo lo que parte de mi. Lo que crece, lo que desaparece...

Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia.

La vida sin música sería un error nos dice Nietzsche



22 de noviembre día internacional de la música.

Vísperas:

Es cierto que el vacío permanecía antes de esos minutos de alegría que me diste.

Claro que todo siguío con su estado normal: el verte y confundirme más.

casas marcadas, por la luz

detalles

El sustento, pensar en futuro.

(mis mejores momentos)

-tengo tu sonrisa en un rincón de mi salvapantallas-

Esas noches en las que ninguna canción te alivia.

La noche confunde, adjunta esos recuerdos completamente indeseados.

Y sobretodo hay una sóla y única pregunta que circula agobiante.

¿para quien somos significantes?

Esas noches en que las frases grabadas no te llevan a ninguna parte.

Esas noches en las que la habitación está vacía, pero no más que tu alma.

y lo que reina es la fragilidad.

Todo te es preciso, pero no sabes quien te necesita.

Y todo suspiro se proyecta por lo que no está!una tras otra reflexión,

hilvanan el error

que se curtan las palabras!

sonrisas en semillas, para no cosechar sentimientos áridos

me preguntaba que habrá querido decir el fotógrafo...

después me respondi que no siempre hacen falta respuestas.

Las vueltas en colectivos urbanos, la plaza llena de palomas, los artesanos,el señor de la foto.

Todo eso era mágico.

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte...

**

Días grises en nuestras retinas

hogar

no deberían existir paredes vacías

No fueron más que palabras huerfanas, carentes de sentido.

Después de todo, lo verdad no está en lo que decimos, está en nuestras miradas.

la tarea de los domingos

Una corriente de brazos y de espaldas

nos encauza y nos hace desembocar

bajo los abanicos,las pipas,los anteojos enormes

colgados en medio de la calle;

únicos testimonios de una raza

desaparecida de gigantes.