lunes, 10 de agosto de 2009



Aunque sé que estás a un año luz de mí

2 comentarios:

  1. Sabemos mucho de felicidad... solo que cuesta encontrarla... es como buscar el equilibrio parado sobre un alfiler de gancho... Pero una vez que hacemos pie... que cosa maravillosa!

    Andres

    espero que todo suceda hasta el final

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  2. No deberiamos preocuparnos por los estados de animo; al fin son siempre ciclos pasajeros, y de bien se pasa a estar mal, y vicebersa, y eso hasta el fin de los dias; por lo tanto es conveniente no vivir toda una vida angustiado por los problemas, y feliz inocentemente por las alegrias, porque siempre se vuelve a caer, y nuevamente a subir. Directamente hay que vivir siempre alegre, siempre feliz, es la unica manera de alegrar a otro, cambiar el mundo, y poder ser tambien feliz uno!
    al respecto del año luz; no me preocupan las distancias: somos parte del "uni"verso (¿uno?)(yo le digo VERSO), el cual adhiero a que es infinito, y por lo tanto, por mas que viajes años y años, aunque viajes eternamente, nunca vas a llegar a ningun lado: nucna vas a poder avanzar, porque te moves en un "terreno" infinito, y por lo tanto tus pasos y tu percepcion de movimiento, no son mas que ilusiones de ir avanzando en un espacio que en realidad no nos permite avanzar, dado que es infinito. (la metafora de aquiles el rapido y la tortuga. aquiles le da ventaja, y largan la carrera. aquiles nunca alcanza a la tortuga, porque antes de recorrer el total de la distancia, debe recorrer la mitad, y antes la mitad de la mitad, y antes... y asi infinitamente, hasta concluir que ninguno de los dos avanza, nadie avanza, dado que estamos en una dimension que no tiene medidas ni de tiempo ni de espacio). Mas que a años luces, uno se encuentra determinado por las distancias del corazon.

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