Cazando Luz
martes, 30 de noviembre de 2010
martes, 2 de noviembre de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
domingo, 27 de junio de 2010
Lo que esperamos
Tardará, tardará.
Ya sé que todavía los émbolos, la usura, el sudor,
las bobinas seguirán produciendo, al por mayor,
en serie, iniquidad, ayuno, rencor, desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada, los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios, de hastío, de diamantes, de caviar, de remedios.
Ya sé que todavía pasarán muchos años para que estos crustáceos del asfalto
y la mugre se limpien la cabeza, se alejen de la envidia,
no idolatren la saña, no adoren la impostura,
y abandonen su costra de opresión, de ceguera, de mezquindad. de bosta.
Pero, quizás, un día, antes de que la tierra se canse de atraernos y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos, ser hombres, ser mujeres,
-no cajas de caudales, ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas, impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.
Y entonces...
¡Ah!,
ese día abriremos los brazos sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo, hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos
al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente, con las pupilas claras, con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas; no como esos vocablos erizados de inquina que babean las hienas al instarnos al odio, ni aquellos que se asfixian en estrofas de almíbar y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples, de arroyo, de raíces, que en vez de separarnos nos acerquen un poco;
o mejor todavía guardaremos silencio para tomar el pulso a todo lo que existe y vivir el milagro de cuanto nos rodea, mientras alguien nos diga, con una voz de roble, lo que desde hace siglos esperamos en vano.
O. G
Ya sé que todavía los émbolos, la usura, el sudor,
las bobinas seguirán produciendo, al por mayor,
en serie, iniquidad, ayuno, rencor, desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada, los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios, de hastío, de diamantes, de caviar, de remedios.
Ya sé que todavía pasarán muchos años para que estos crustáceos del asfalto
y la mugre se limpien la cabeza, se alejen de la envidia,
no idolatren la saña, no adoren la impostura,
y abandonen su costra de opresión, de ceguera, de mezquindad. de bosta.
Pero, quizás, un día, antes de que la tierra se canse de atraernos y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos, ser hombres, ser mujeres,
-no cajas de caudales, ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas, impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.
Y entonces...
¡Ah!,
ese día abriremos los brazos sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo, hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos
al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente, con las pupilas claras, con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas; no como esos vocablos erizados de inquina que babean las hienas al instarnos al odio, ni aquellos que se asfixian en estrofas de almíbar y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples, de arroyo, de raíces, que en vez de separarnos nos acerquen un poco;
o mejor todavía guardaremos silencio para tomar el pulso a todo lo que existe y vivir el milagro de cuanto nos rodea, mientras alguien nos diga, con una voz de roble, lo que desde hace siglos esperamos en vano.
O. G
sábado, 26 de junio de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
lunes, 15 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
jueves, 17 de diciembre de 2009
jueves, 19 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Esas noches en las que ninguna canción te alivia.
La noche confunde, adjunta esos recuerdos completamente indeseados.
Y sobretodo hay una sóla y única pregunta que circula agobiante.
¿para quien somos significantes?
Esas noches en que las frases grabadas no te llevan a ninguna parte.
Esas noches en las que la habitación está vacía, pero no más que tu alma.
y lo que reina es la fragilidad.
Todo te es preciso, pero no sabes quien te necesita.
Y todo suspiro se proyecta por lo que no está!una tras otra reflexión,
hilvanan el error
que se curtan las palabras!
lunes, 9 de noviembre de 2009
jueves, 5 de noviembre de 2009
viernes, 30 de octubre de 2009
jueves, 29 de octubre de 2009
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